Un Logotipo no funciona solo, debe ser acompañado por la Identidad Visual Corporativa de toda la compañía, para poder posicionar e identificar en el consumidor, desde el nombre, los colores, las imágenes, los símbolos, etc. Aspectos que en conjunto, lograrán que el consumidor nos reconozca más fácilmente y tenga una mejor percepción de nuestra empresa.
Cuando creemos que todo está bien y que somos percibidos como una empresa fuerte, distinguida, etc. Resulta que si analizamos objetivamente, puede suceder que la imagen que estamos proyectando entre nuestros consumidores y nuestro mercado, más bien «parezca» el de una empresa de dudosa calidad y con muchas limitantes.
Esto ocurre muy frecuentemente, y aunque no nos guste reconocerlo nos preocupamos muy poco en mejorar la imagen que proyectamos a nuestro mercado. Tal ves por un pleno desconocimiento de todas las bondades que estamos dejando ir, al continuar con nuestra imagen primaria.
El buen manejo de la identidad visual en el negocio puede mejorarlo en varios aspectos:
-Mejora la identificación y diferenciación de nuestra empresa.
-Define una Identidad para nuestro producto o servicio.
-Contribuye a lograr un posicionamiento en la mente de los consumidores.
-Aporta una personalidad visual a la empresa.
-Mejora el valor percibido del producto o servicio en relación a lo pagado por el consumidor.
-Nos hace parecer innovadores, competitivos y beneficiosos para el consumidor.
-Mejora nuestra posición en el mercado junto a nuestros competidores.
-Mejora la experiencia de consumo.
-Construye lealtad en el consumidor y pertenencia dentro del negocio.
Y por último, como consecuencia de esto y otros factores importantísimos en nuestra empresa como la calidad del mismo producto, la calidez y eficiencia en el servicio, etc. podemos afirmar que nuestras ventas se incrementarán notablemente.